¡ Los reyes magos son los padres!
Y Natalie Portman fuma.
Mis motivos para admirar a alguien más o menos dependiendo de si fuma o no creo que tienen lógica: fumar es un acto pernicioso para la salud personal, ajena y mundial. La persona que fuma, por lo tanto, tiene poco apego por su salud, no tiene resentimientos (o por lo menos no los suficientes, porque entonces no fumarían) por perjudicar la salud de los demás sin que éstos puedan hacer nada por evitarlo, y, por último, no tienen ningún inconveniente en contaminar este nuestro mundo, que ya está bastante contaminado por cosas más necesarias, aunque no imprescindibles.
Llegados a este punto me parece necesario aclarar que no creo que los fumadores deban ser apartados de la sociedad, es sólo que creo que son un poco inconscientes (¡y su inconsciencia fastidia mucho!).
No hay comentarios:
Publicar un comentario