miércoles, 3 de enero de 2007

¡ Los reyes magos son los padres!

Así es la cruda y espantosa realidad (si queréis ver más fotos de este desgraciado descubrimiento, haced click aquí). Ya sé que no es un gran acontecimiento ni nada por el estilo, pero quienes me conocen saben que admiro profundamente a esta joven actriz, y uno de los motivos era que no fumaba. Esto no quiere decir que ya no la admire (aunque sí un poquito menos), pero es que la desilusión ha sido brutal.
Mis motivos para admirar a alguien más o menos dependiendo de si fuma o no creo que tienen lógica: fumar es un acto pernicioso para la salud personal, ajena y mundial. La persona que fuma, por lo tanto, tiene poco apego por su salud, no tiene resentimientos (o por lo menos no los suficientes, porque entonces no fumarían) por perjudicar la salud de los demás sin que éstos puedan hacer nada por evitarlo, y, por último, no tienen ningún inconveniente en contaminar este nuestro mundo, que ya está bastante contaminado por cosas más necesarias, aunque no imprescindibles.Llegados a este punto me parece necesario aclarar que no creo que los fumadores deban ser apartados de la sociedad, es sólo que creo que son un poco inconscientes (¡y su inconsciencia fastidia mucho!).

No hay comentarios: