El viento y su sombra.
Durante las navidades terminé de leer LA SOMBRA DEL VIENTO, de Carlos Ruiz Zafón. Había intentado leer este libro tres veces, pero no conseguía engancharme, así que nunca lo elegía para llevármelo a Madrid o a EEUU, donde estoy estudiando ahora.
Estas navidades me propuse acabármelo de una vez por todas, pero no tardé en cambiar este deseo cabezota por un deseo irreprimible de no dejar de leer la novela en ningún momento del día: estaba enganchada.
Debo reconocer que lo que más me enganchó fue el personaje Fermín Romero de Torres: un ex-convicto y ex-mendigo que de repente se convierte en el personaje más interesante de la historia, aunque siempre permanece en un segundo plano. Lo que más me atrae de Fermín es su manera de hablar:
"El hombre, como buen simio, es animal social y en él priva el amiguismo, el nepotismo, el chanchullo y el comadreo como pauta intrínseca de conducta ética."
En la contraportada del libro, se dice que la manera de escribir de Carlos Ruiz Zafón recuerda a la de Eduardo Mendoza. Es cierto que el personaje Fermín Romero de Torres me pareció sacado de EL MISTERIO DE LA CRIPTA EMBRUJADA, pero a parte de eso, no encuentro más similitudes. También es cierto que de Mendoza sólo he leído el ya nombrado MISTERIO... y LA VERDAD SOBRE EL CASO SAVOLTA, que en general me pareció un rollo soberano.
La historia está cargada de misterio, pero también transmite un amor por la literatura que a mí me ha conmovido mucho, porque en ocasiones me he sentido identificada con los sentimientos que los escritos de Julián Carax despertaban en Daniel Sempere, el protagonista de LA SOMBRA DEL VIENTO.
Conocemos a Daniel Sempere con apenas 10 años y lo vemos crecer hasta el final de su adolescencia. A lo largo de este difícil y doloroso camino siempre le acompaña una novela de autor enigmático, LA SOMBRA DEL VIENTO.
"Alguien dijo que en el momento que te paras a pensar si quieres a alguien, ya has dejado de quererle para siempre."
Estas navidades me propuse acabármelo de una vez por todas, pero no tardé en cambiar este deseo cabezota por un deseo irreprimible de no dejar de leer la novela en ningún momento del día: estaba enganchada.
Debo reconocer que lo que más me enganchó fue el personaje Fermín Romero de Torres: un ex-convicto y ex-mendigo que de repente se convierte en el personaje más interesante de la historia, aunque siempre permanece en un segundo plano. Lo que más me atrae de Fermín es su manera de hablar:
"El hombre, como buen simio, es animal social y en él priva el amiguismo, el nepotismo, el chanchullo y el comadreo como pauta intrínseca de conducta ética."
En la contraportada del libro, se dice que la manera de escribir de Carlos Ruiz Zafón recuerda a la de Eduardo Mendoza. Es cierto que el personaje Fermín Romero de Torres me pareció sacado de EL MISTERIO DE LA CRIPTA EMBRUJADA, pero a parte de eso, no encuentro más similitudes. También es cierto que de Mendoza sólo he leído el ya nombrado MISTERIO... y LA VERDAD SOBRE EL CASO SAVOLTA, que en general me pareció un rollo soberano.
La historia está cargada de misterio, pero también transmite un amor por la literatura que a mí me ha conmovido mucho, porque en ocasiones me he sentido identificada con los sentimientos que los escritos de Julián Carax despertaban en Daniel Sempere, el protagonista de LA SOMBRA DEL VIENTO.

Conocemos a Daniel Sempere con apenas 10 años y lo vemos crecer hasta el final de su adolescencia. A lo largo de este difícil y doloroso camino siempre le acompaña una novela de autor enigmático, LA SOMBRA DEL VIENTO.
"Alguien dijo que en el momento que te paras a pensar si quieres a alguien, ya has dejado de quererle para siempre."
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